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CARTA AL JUEZ GARCIA MATA

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Mensaje  luna Sáb 25 Abr 2009 - 12:45

CARTA AL JUEZ GARCIA MATA


Tengo entendido que tiene usted hijos. Y que también existen problemas en su familia. Si esto es así, de verdad que lo siento. Y le explicaré por qué:
Yo tengo una hija, eso ya lo sabe claro, pues usted dictó el auto donde me retiraba su custodia. Y mire, le diré que eso al fin y al cabo, quizá nos beneficia a todos los implicados en este asunto: veremos en nuestras narices que todo lo que se le ha comunicado hasta ahora por mi parte es cierto, sólo dé tiempo y lo verá.
Pero en ese mismo auto usted decía:

“Durante este tiempo, la madre no podrá visitar ni comunicar con su hija, ni acercarse al centro escolar”


Y eso sí que no creo que sea correcto, legal, moral, justo ni HUMANO. Es más, estoy convencida que incluso usted, está de acuerdo conmigo. Usted me impone, con el amparo de la Justicia, el mismo castigo del "delito" que me está acusando, a mi perdóneme, ésto me suena a incongruencia. Será porque yo sólo soy una madre con el corazón roto de dolor que ha peleado y pelea cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo por su hija y que la quiere con toda su alma, funcionaria trabajando al servicio de la Administracion desde hace más de 20 años, hija de unos padres que están sufriendo lo que no está escrito porque no pueden ver a su nieta, sobrina de unos tíos que están ansiosos por volver a abrazar y jugar con mi hija, prima hermana de unos primos que tienen hijos de la edad de mi hija que quieren ir con ella a Eurodisney y celebrar su Primera Comunión, tal como quedaron estas navidades, amiga de sus amigos que no entienden lo que está pasando: sólo soy una persona normal, UNA MADRE. No tengo familiares militares, ni familiares que trabajan en el Juzgado, tengo padres que me quieren y adoran a mi hija, hermano, tíos, primos y amigos incondicionales.
Desde el momento en el que me separé, la primera vez que le vi, me pareció usted un hombre justo, honrado, a pesar que ya me habían avisado de su forma de ser. Pero algo me hizo pensar que probablemente me estaba equivocando y que quienes me habían avisado tenían razón. Usted puede que no se acuerde, porque claro, casos como el mío, mejores y peores tiene usted a patadas encima de su mesa, que ahora ya le ocupan menos tiempo, porque para lavar los trapos sucios y hacer tragar malos sapos a los progenitores custodios, dispone usted del punto de encuentro, donde, no sé si sabe, que los niños son coaccionados y obligados a realizar las visitas que su señoría recoge en las sentencias sin considerarlos personas de pleno derecho,tratándoles únicamente como objeto de reparto de las separaciones. Desde estos puntos de encuentro familiar están haciéndole llegar informes sesgados y maliciosos, que omiten datos relevantes en el proceso. Pero claro, cómo le voy a hablar yo a usted de coacciones si usted me amenazó con tanquetas…
Fíjese, en el juicio de Julio de 2004, usted me pidió que le diese al maltratador de mi hija otra oportunidad. Yo le contesté que le había dado muchas y usted me dijo: “Bien, pues ésta se la voy a dar yo y si no la aprovecha nos volveremos a ver”.
Ya lo creo, Sr. Mata que nos volvimos a ver, ya se encargó de ello el padre de mi hija y ya se encargó de convertirse de verdugo en víctima (como la mayoría de los maltratadores, por no decir todos) con su ayuda, la del pef y la de su psicóloga adscrita a su juzgado de cuyo nombre no quiero acordarme, no le daré yo publicidad a esa señora.
A partir de ese día nada volvió a ser igual, hasta el punto que en su auto de 27 de Febrero de 2009, usted escribe que he perdido toda mi credibilidad, ¡muy fuerte! ¿no le parece? Le comentaré que incluso el presunto asesino de Marta del Castillo, mantiene a día de hoy, tal como recoge la Constitución, la presunción de inocencia y de credibilidad total. ¡Yo no! Para usted yo no la merezco.
No temo represalias, usted ya me ha hecho todo el daño que podía, ya me ha alejado de mi hija: llevo dos meses sin verla, sin oirla, sin abrazarla, sin poder besarla..., ha dejado huérfana de madre a una niña de casi 10 años. Seguramente ya se habrán encargado de manipular toda la información que le llega a mi tesoro (mi hija) y de hacerle ver que no la quiero, de éso su padre sabe un rato. Y yo, que soy su madre, quiero lo mejor para mi hija y NO QUIERO QUE SUFRA, ésa ha sido mi bandera y va a seguir siendo, ésa y que se respeten sus derechos y decisiones (los de mi hija). Y someter a mi hija a estar conmigo media hora vigilada, para provocar un nuevo 27 de Febrero, sinceramente ¡¡NO!!. El sometimiento, la amenaza, la coacción, no entran en mi vocabulario ni en mi forma de pensar, éso lo dejo para otros.
Gracias sr. Mata, gracias de corazón, porque gracias a este castigo, he sabido que soy más fuerte de lo que yo creía. La única represalia sería seguir sin poder ver a mi pequeña y ésa, me “porte” bien o mal va a continuar por mucho tiempo. Usted solo permitirá que yo esté con ella bajo vigilancia, así se lo aconsejará su psicóloga, ésa que sube antes de las comparecencias sin estar citada, ésa que se dedicó en mi última entrevista con ella a humillarme e insultarme en nombre de la ley (tengo pruebas de lo que digo, por si desea contrastar), ésa que hizo llorar a mi hija en su despacho porque no quería ir con su padre y le dijo que era una niña caprichosa y consentida (¡cuánta mentira!), ésa que sobre la marcha en la vista de 24 de Febrero cambió completamente su propio informe para que la cosa no se le fuera de las manos, ésa que yo he recusado, ÉSA QUE HA MENTIDO EN LOS TRES INFORMES QUE HA REALIZADO EN MI CASO, ÉSA QUE EN CADA INFORME HA DEFENDIDO Y JUSTIFICADO AL MALTRATADOR, ÉSA QUE HA OCULTADO DATOS.
En cada comparecencia sólo está citado el padre, los letrados, la fiscalía y usted, su ilustrísima, curiosamente ni la madre ni la persona que es la que más se debe proteger y respetar, MI HIJA, no estamos citadas ni se nos oye, es más, no importamos, nos ha vuelto usted invisibles. Y mire, a mí, qué quiere que le diga, sométame al tercer grado pero a mi hija ¡¡no!! Ella tiene derechos que se han vapuleado desde el principio, ignorado y pisoteados, que usted debería respetar y hacer que se respetasen. Según me cuentan, en las comparecencias sólo habla el padre, el resto son invitados de piedra que no pueden ni hablar ni preguntar y usted, su señoría, habla poco por no decir nada y no consiente que se le pregunte por parte de mi letrada. Así que el padre hace toda la apología y defensa de su situación actual: su hija está con él estupenda, super feliz, no se acuerda de su madre y no realiza actividades porque él no lo considera oportuno, come en el colegio y va en autobús, pero usted no le ha preguntado por qué. En el informe realizado en 2007 por su psicóloga adscrita, se recoge que el padre debido a su trabajo tiene tiempo para dedicarle a su hija y puede llevarla al colegio. Fíjese, ahora no la lleva, la pone en el autobús. Mi hija va al colegio en autobús a las 8 de la mañana, regresa a las 18 h. y de allí, al trabajo de su padre. Así que mi hija actualmente no tiene vida, únicamente se separa de él en horario escolar, el resto del tiempo es vigilada por su padre, la novia de éste o la hija de la novia de su padre y casi me atrevería a decirle que por su psicóloga del juzgado. No convive con niñas de su edad, no va al parque cuando sale del cole, no habla con nadie que no esté relacionado con su padre. ¿Qué debería hacer una madre que conoce este modus operandi, si no estuviera acusada de sap como yo? ¿Debería comunicarlo al juzgado de familia y a su vez, denunciarlo? Pero claro, yo no soy creíble y encima dicen que tengo sap…… ¡quién va a creer en mi!
Quiero comunicarle que seguiré luchando por mi hija, que seguiré peleando con todas mis fuerzas y posibilidades. Y siento decirle que llegará un momento en que ni usted, ni su psicóloga, ni nadie, medirá el tiempo en el que abrazaré a mi hija. Mientras, pregúntele a mi hija si quiere verme, pregúntele cómo se encuentra, si es feliz, HABLE CON ELLA.
Espero, señoría, que no nos tengamos que echar las manos a la cabeza, yo le he contado muchas veces cómo este padre ha maltratado a su hija y por supuesto a mí, es más, usted mismo lo ha observado en un escrito tras otro e incluso ahora, en cada comparecencia, donde ridiculiza cada uno de mis pasos con mi pequeña. Pero usted se lo consiente TODO, si lo hiciese yo….. Así es el mundo machista, al hombre se le consiente todo: las bofetadas que le da a su mujer y las que le da a sus hijos y si, unos u otros se revelan les amenazamos y si no se doblegan, les sometemos a la terapia de la amenaza (la que aconseja el sap). Enhorabuena, sus principios son "estupendos", mi ilusión es que algún día acabarán y no los podrá llevar a la práctica y no le quepa duda que ese día llegará.
Le responderé yo misma a la pregunta que usted le ha hecho a mi letrada: NO ME VE NINGUN PROFESIONAL, NO ESTOY ENFERMA. Lo siento, si su señoría necesitaba éso para seguir separándome de mi hija, no lo tiene. NO ESTOY EN TRATAMIENTO, este dolor tan grande lo estoy pasando, como se suele decir popularmente “a pelo”, porque el dolor no es una enfermedad: ES UN SENTIMIENTO. Sólo en una ocasión en mi vida estuve en tratamiento y fue, cuando me di cuenta que mi maltratador me seguía maltratando después de separada sin que la justicia hiciese nada, utilizando a su propia hija sin ningún pudor para ello y dejándola en la calle buscando el castigo supletorio de encerrar en la cárcel 4 años a la madre de su hija, acusándome penalmente de un delito que no cometí y así lo recoge la sentencia: la jueza de lo penal vio lo que usted no ha visto en casi 7 años que llevo separada y usted conduce el caso. Para usted, eso es querer a un hijo, para su psicóloga, que mi hija se negase a que su padre la siguiera maltratando haciéndole fotos desnuda en la ducha, llorando, después de haberla pegado, éso es querer a una hija. Para su psicóloga, que el padre de mi hija la encierre en la habitación son hábitos saludables. Para el pef, que mi hija no quisiera dormir con su padre era una tontería, durmiendo se fortalecen los lazos paternofiliales.
YO NO NECESITO TRATAMIENTO, NI MEDICOS, NI PSIQUIATRAS, los necesitan otros: todos aquellos que admiten el maltrato lo defienden y lo justifican, YO NO.
Si usted me ha quitado a mi hija por éso, porque yo la enseño a no consentir que nadie, NADIE, ni su propio padre la maltrate, la pegue, la humille, se ría de ella, la desprecie, la obligue a quererle aunque no quiera y a estar con él aunque no quiera, si ésos han sido los motivos, tendré que aceptar su decision por muy dolorosa que sea, pero déjese de sap, de sop, de sip y de sapos y saperos. Recoja en su sentencia la verdadera razón:
"Esta madre le está inculcando a su hija que debe vivir en democracia, que deben respetarla, quererla, que ella debe respetar y querer, pero que no debe consentir que la maltraten y ella no debe maltratar. Esta mala madre le inculca a su hija que debe ser feliz por encima de todo, que no debe mentir y que no debe permitir que le levanten la mano porque sus creencias no sean las de otro".
Si lo cree conveniente, dígale a mi hija que la quiero y que no me olvido de ella, que su mamá siempre la estará esperando, aunque ella ya lo sabe. Dígale que el día 27 de Febrero, cuando fue al Juzgado su señoría nos dio una lección a las dos que era la siguiente: a un padre hay que quererle siempre, aunque te pegue, te grite, te encierre en la habitación, te diga que tu madre es un bicho y que tienes que decirle a la psicóloga que quieres estar más con él siendo mentira.
No la engañe más y dígale que mientras no odie a su madre, no volverá a verla y que entonces y sólo entonces la obligarán a que esté un ratito conmigo, aunque ella no quiera. Mi hija merece que usted no la mienta, dígaselo, ella le va a entender, es una niña muy inteligente, es una niña maravillosa y estupenda (lo digo yo, que soy su madre), que tiene una educación exquisita (éso su señoría ya lo sabe, porque lo pudo comprobar el día 27 de Febrero). Lo que ya no sé es si ella aceptará su decisión, pero no le diga que su padre quiere lo mejor para ella y su señoría también, porque eso es UNA GRAN MENTIRA.


Última edición por Admin el Jue 26 Mayo 2011 - 15:54, editado 15 veces (Razón : plataforma luna)
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CARTA AL JUEZ GARCIA MATA Empty Sentenciado antes de juicio

Mensaje  Admin Dom 9 Ene 2011 - 21:49

DIM - 24/03/2010 - 11:08:25 h.
El juez Garzón disfruta de todas las garantías que proporciona el Estado de Derecho.
Tiene abiertas tres causas por prevaricación, en las que quienes las presentan han argumentado los fundamentos en los que se basan.
El señor Garzón tendrá la oportunidad de defenderse, y sabrá argumentar los elementos jurídicos por los que considera que actuó conforme a la ley.
A mí, particularmente me importa poco el que salga culpable o no.
Lo que sí realmente me importa y me preocupa muchísimo es la actuación de esos jueces que no salen en los medios de comunicación y que tienen más peligro que una piraña en un bidé, pues son capaces de arruinarle la vida al más honrado de los ciudadanos.
Me refiero concretamente al titular del juzgado de familia nº 5 de Zaragoza, Carlos García Mata.
Yo fui víctima de una sentencia de divorcio contencioso (cuando no hay acuerdo entre las partes) en una vista que más s parecía a un juicio sumarísimo, es decir, aquellos que se realizaban en tiempos de la dictadura, en los que el acusado ya estaba sentenciado previamente y las pruebas que aportaba en su defensa, eran absolutamente ignoradas.
Las consecuencias han sido mi ruina personal, la pérdida de lo poco que poseía, un endeudamiento que no sé como voy a poder asumir, pues no me pueden embargar nada, porque nada tengo.
Ahora estoy viviendo de prestado, gracias a la generosidad de mi familia, y a mis 51 años, no tengo ningún aliciente, y menos en los tiempos actuales.
Si alguien de ustedes se encuentra en una situación parecida, les agradecería que lo hicieran constar.
Así no me sentiría tan solo.
Gracias.

Fuente: El periodico de Aragon
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